Aidé Grijalva (Instituto de Investigaciones Sociales - Universidad Autónoma de Baja California, México)
El propósito de esta ponencia es describir el camino seguido por la agroindustria algodonera mexicana durante las primeras décadas del siglo XX, mediante la descripción y análisis de un estudio de caso: el de la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico y el rol que ésta tuvo en el desarrollo agrícola del noreste de Baja California, justo en la frontera con el estado de California.
Esta compañía fue organizada en 1925 por Juan F. Brittingham para realizar el despepite e industrialización de la semilla del algodón que se producía en la parte mexicana de la región deltaica del Río Colorado, un fértil valle de cerca de medio millón de hectáreas localizado la región fronteriza de Baja California y que permaneció virgen hasta principios del siglo XX. La industrialización de la semilla del algodón era una de las actividades exitosas realizadas por las empresas de Brittingham pero, a raíz de la crisis mundial de 1929, éste vendería sus intereses en la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico a la Anderson, Clayton and Company (acco). Esta venta coincidió con el incremento a los impuestos del algodón producido en Estados Unidos, lo que obligó a las empresas algodoneras estadunidenses pertenecientes al famoso “Cotton Belt”, a trasladar sus inversiones a otras regiones, de preferencia a las colindantes geográficamente, como fue el caso de la entonces deshabitada frontera norte de México.
El traspaso de la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico a la acco daría lugar al establecimiento de un complejo agroindustrial de gran envergadura en la región bajacaliforniana, cuyo ritmo de desarrollo empezaría a tomar forma en la década de 1930, pero alcanzaría su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial y la primera mitad de los años 50, contribuyendo a que la acco llegara a ser una de las empresas algodoneras más importantes del mundo con despepitadoras de algodón y molinos de aceite en Estados Unidos, México, Brasil, Argentina, Paraguay y Egipto.
Para mediados del siglo XX, la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico llegó a tener la concentración de despepitadoras más grande del mundo y ya no dedicaba como en sus inicios a la elaboración de jabones y de nitroglicerina, sino a la elaboración de manteca vegetal, así como al financiamiento de las actividades agropecuarias de los agricultores del lugar, a cambio de que estos cultivaran algodón, el cual era entregado a dicha empresa, que lo despepitaba, lo comprimía y empacaba para satisfacer las demandas de la industria textil, en especial la de Japón. Esto dio lugar al surgimiento, por un lado, de una pequeña burguesía agraria y al de una clase obrera dedicada a actividades agroindustriales.
Este complejo industrial cerró sus puertas en 1973 y canceló una de las principales actividades económicas del lugar, que se vio obligado a modificar su vocación agrícola inicial y optar por otro tipo de cultivos, justo cuando la etapa de sustitución de importaciones de la economía mexicana llegaba a su fin.
El estudio de esta empresa nos permite entender el surgimiento, auge y desplome de la actividad algodonera en México, y las características comunes con otros procesos similares en el norte de la república mexicana.